viernes, 23 de abril de 2010
Llega
El amor llega
en sus infinitas formas...
aquí estaba,
había vuelto sin darme cuenta,
no le vi, y luego allí estaba,
en cuanto le necesité...
Callado
arrinconado
en el espacio del tiempo
echaba raíces
esperando su turno:
“No pienses que puedo morir”
Yo,
en mi prisión,
ésta,
la misma amante
de siempre
la de mi propio cuerpo,
sin respirar
salgo de mi celda
cuando él me tocaba los pechos
y lamía mis pezones.
¡Ah nuestros sabores!
Aquí estaba,
había vuelto sin darme cuenta,
no le vi, y luego allí estaba,
en cuanto le necesité...
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