viernes, 23 de abril de 2010
Sin saber quién Eras...
Mi cuerpo se abrió
sin preguntar quién eras.
Mis dedos se duplicaron
imaginándose quién eras.
Cuando besaron tu piel
derrocharon mil caricias ilustradas,
sin álgebra ni cálculo,
sin saber quién eras.
Tras su poder de elección
se concentraron veinte
relatando la historia de quién soy
de dónde venía…
mucho antes de nacer yo,
sin saber quién eras.
Cuando hubieron terminado
de describirle todos mis eventos a tu piel,
los rosales desprendieron
sus hojas muertas de la estación anterior
despojándose
de todas mis espinas violetas,
aunque todavía
ni sabía quién eras…
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